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Periodismo y la utilidad social del derecho a saber

Lilia Saúl es periodista de investigación en Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) basada en México. Con más de 20 años de experiencia. Ha desarrollado su carrera en medios como: El Universal, Animal Político, W Radio y la revista Emeequis. Promovió entre periodistas el uso del derecho de acceso a la información en México e impartió talleres a periodistas. Ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2011 por la investigación «El Equipo» que evidenció que Genaro García Luna (hoy en prisión en Estados Unidos) había pagado con fondos públicos a una televisora mexicana por una teleserie. Fue editora de la primera sección de Periodismo de Datos en El Universal. Durante esa época ganó el Premio Ortega y Gasset (2016) por el reportaje multimedia de «Desaparecidos» y fue finalista de los Data Journalism Awards (2015) con la investigación sobre «Fideicomisos». Fue editora de Connectas, Embajadora de Chicas Poderosas en México. Desde hace cuatro años forma parte del equipo de investigación de OCCRP y desde ahí ha colaborado en proyectos globales como Pegasus Project, Cartel Project, Mining Secrets, Migrantes de Otro Mundo, entre otros. En 2022, Lilia Saúl ganó The TRACE Prize for Investigative Reporting por la investigación «A dónde va mi pensión», que busca evidenciar la falta de transparencia en el manejo del sistema de pensiones en nueve países de América Latina. Desde OCCRP investiga y al mismo tiempo continúa impartiendo talleres para periodistas que quieran saber cómo hacer periodismo de investigación con distintas herramientas con las que cuenta OCCRP, desde Aleph, el Dashboard así como el Manual «Sigan el Dinero». A través de Aristegui Noticias, socio de OCCRP, Lilia Saúl comparte las investigaciones que publica en la red de periodismo global.

Es un placer para esta editorial poder conversar con la periodista de Investigación Lilia Saúl Rodríguez y abordar temas por demás importantes e interesantes pues en ella podrá encontrar querido lector, cual es la importancia de las libertades informativas en México. A continuación, presentamos la maravillosa entrevista hecha, esperando la disfruten tanto como nosotros.

— Lilia, bienvenida a esta charla, gracias por acceder a compartir su punto de vista. Para comenzar, nos gustaría saber cuál cree usted que es la función del periodismo de investigación.

— La función del periodismo de investigación, en mi opinión, es ir más allá de los hechos e investigar a profundidad las razones, motivos, contexto del por qué está ocurriendo algún fenómeno o acontecimiento que queremos explicar. Y en particular, si pudiera añadirlo, para beneficiar a la sociedad en general.

— En el mismo contexto cuál diría usted que es la utilidad social del periodismo de investigación.

— Hay ejemplos muy concretos de esto. Por ejemplo, en OCCRP (Organized Crime and Corruption Reporting Project) la organización en la que yo trabajo como reportera de investigación, hemos logrado en los 15 años de existencia un impacto importante en países europeos (donde nació la organización) tales como el encarcelamiento de personas relacionadas con el crimen organizado, la revelación de cleptócratas o políticos que robaron en su momento recursos públicos, estafas o desvío de recursos importantes así como la denuncia y de manera posterior revelación de esquemas complejos de lavado de dinero. Después de estas investigaciones, las autoridades realizan sus propias investigaciones y gracias al impacto de las historias de OCCRP se han devuelto recursos públicos a donde debieron haber terminado o simplemente se terminan flujos de corrupción para continuar con la mejor distribución del dinero y así mejorar la calidad de vida de muchos ciudadanos. En México hemos logrado revelar, por ejemplo, el caso del grupo criminal de la Banda de la Riviera Maya y meses después de nuestra investigación, el gobierno mexicano, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera logró concretar su investigación y de manera posterior, la detención de uno de los líderes de la banda rumana. O también la investigación de Eliminalia logró denunciar que políticos utilizan empresas como ésta para intentar borrar su pasado, violando derechos humanos y libertad de expresión.

–Desde su perspectiva, cree usted que los derechos de acceso a la información y protección de datos personales están asegurados en México.

–De alguna manera el INAI ha logrado proteger tanto el derecho de acceso a la información como el de la protección de datos personales. Sin embargo, ambos se encuentran en riesgo. El primero, por la falta de una estabilidad orgánica del Instituto, por los cambios políticos, por la falta de compromiso del gobierno mexicano y por los ataques que ha recibido en este sexenio. Desafortunadamente hay mucha ignorancia en cuanto al tema INAI, para qué sirve y todavía hay gente que piensa que la información está en manos del INAI. Esto también pienso que es una falta de cultura del derecho de acceso a la información y creo que en gran medida el INAI tendría que haber cubierto esta falencia de alguna manera con programas educativos directamente en las escuelas públicas, ya sea ante la SEP o con programas más agresivos para que la gente entienda el concepto de este derecho, para que se hagan más solicitudes de información y para que entiendan cómo ejercer este derecho para su propio beneficio. Y en cuanto al tema de datos personales, creo que desde el origen la ley no funcionó para mejorar las condiciones de vida de las personas en general, sino de los políticos o funcionarios que desean mantener bajo el anonimato muchas cosas que prefieren mantener en secreto. Un caso es la credencial del INE que permite ocultar direcciones. Otro caso es el Registro Público de una empresa que también debiera ser información pública. O incluso los datos personales que manejan las instituciones de salud, piensan que éstas son dueñas de la información cuando es al revés, el ciudadano es el dueño de sus propios datos. Y todavía se atreven a argumentar que por “datos personales” no pueden entregar dicha información. En contraste, la gente sigue siendo víctima del uso de sus datos personales de manera arbitraria, tanto por el gobierno (a través de las peticiones de información excesiva para llenar encuestas, para recibir programas sociales o para entregar su credencial del INE a cambio de dádivas) o instituciones privadas, como los bancos en particular. Falta mucho por hacer.

— Desde su punto de vista las herramientas que brinda el INAI, en qué medida colaboran con el periodismo de investigación.

— De varias maneras. Una de ellas es el simple hecho de tener en un mismo lugar todas las solicitudes de información que se han hecho. Me refiero a la Plataforma Nacional de Transparencia. Es una gran herramienta. Permite ver solicitudes de información que ya se hicieron, las respuestas, pero también permite consultar por parte de cada entidad que recibe recursos públicos datos e información valiosa que va desde un directorio con teléfonos y correos electrónicos hasta presupuestos o auditorías, pasando por contratos y declaraciones patrimoniales. Además de estas herramientas también cuentan varios sitios web dentro del mismo sitio web del INAI, como la sección llamada “Ante la opinión pública” que también permite conocer más información específica de ciertos casos relevantes, como lo han sido los casos Odebrecht o Segalmex, por mencionar algunos. Y por último para el ejercicio periodístico son joyas que permiten revisar el paso a paso del actuar de una dependencia de gobierno los recursos de revisión, ya que permite conocer a detalle qué ocurrió, cómo respondió una dependencia, cuáles son los argumentos con los que tratan de negar la información (porque casi siempre ocurre esto) y de cómo se le obliga a la dependencia de alguna manera a entregar la documentación o el acceso a los archivos solicitados.

— Desde su experiencia consolidada, de qué forma cree usted que las y los periodistas coadyuvan a crear un imaginario colectivo positivo de la realidad.

— Me temo que mi respuesta será impopular: Muy poco. En realidad, muchas personas no quieren ver medios o leer las noticias, pues consideran que en su mayoría se enterarán de hechos o situaciones negativas. Actualmente el llamado “periodismo de soluciones” busca atraer más lectores justo con investigación acompañada de, como su nombre lo indica, soluciones. Y también en el periodismo de investigación se busca no sólo mostrar hechos fatales o denuncias gigantescas. Se busca también dar una explicación, encontrar el por qué y situar a las personas en la justa dimensión, sin ser fatalistas. Pero en general pienso que las “noticias” en general son impopulares en México y todavía más aún los periodistas.

— Centrando nuestra vista en la normativa de la materia existente, cómo concibe usted el beneficio a la actividad periodística la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

— Es una fuente inagotable de información. Por eso siempre digo que todos los periodistas debemos utilizar y aprender a sacarle provecho a la Plataforma Nacional de Transparencia. Explorarla, revisar sus datos, descargarlos, hacer uso en todo momento de la información que se encuentre en ella, para hacer nuestros análisis, para confirmar un dato, para buscar o chequear algo que nos dijeron en una entrevista, en fin. Es una fuente de información.

— Siguiendo con el beneficio para su profesión, ¿Por qué considera que es importante el derecho a la información para la sociedad mexicana?

— Porque mientras más informados, mejores decisiones podrán tomar para su día a día.

— Ahora bien qué cree usted que permite el derecho de acceso a la información en las sociedades que aspiran a ser democráticas.

— Permite un balance y un equilibrio entre los gobernantes y los gobernados. Además, permite que las actividades propias del Estado se realicen en completa transparencia y al existir evidencia documental de cada paso de la administración pública, permite saber cómo revisar, analizar o sancionar en su caso, los actos del gobierno. En general el derecho de acceso a la información es sinónimo de tener un Estado más democrático que en países donde no existe este derecho.

— Por otro lado, qué relación piensa usted que tiene el derecho a la información pública con la libertad de pensamiento y de expresión.

— La relación es intrínseca. Sin un derecho no podría ejercerse el otro. Aunque la libertad de pensamiento y de expresión sean conceptos de años atrás y que estos derechos ya estén adquiridos desde hace muchísimo tiempo, es importante considerar que se ven fortalecidos gracias al derecho a la información pública.

— Desde su perspectiva y en el ejercicio de su profesión, cuál cree que es el rol ético y profesional del experto en periodismo de investigación en la difusión de información.

— Es una gran responsabilidad. Mucha de la información que se investiga podría no publicarse por contar con una falla o una omisión. Es mucha la responsabilidad y mucha gente detrás que podría resultar dañada. Por eso es importante revisar, entrevistar a expertos, no sólo quedarnos con la información obtenida vía Ley de transparencia, porque siempre será insuficiente. Hay que buscar más datos, más información, más documentos, hablar con las personas involucradas, en fin, es mucho el trabajo por hacerse cuando se lleva a cabo una investigación periodística y por ello es por lo que se requiere trabajar con ética.

— ¿Qué significa para usted el derecho de acceso a la información?

— Un derecho que todos podemos ejercer, que no debemos dejar de utilizar y que se ha convertido al día de hoy en una gran herramienta para el periodista, investigadores, académicos y también para ciudadanos responsables, que les gusta ejercer el contrapeso frente a sus autoridades de gobierno. 

— Por último, cuál es su punto de vista respecto a la situación que vive actualmente el INAI.

— Considero que es grave. Muy grave. Muchos países democráticos celebraban la existencia del INAI. Dentro de toda la gran baraja de instituciones autónomas con las que cuenta el gobierno mexicano, es y ha sido una de las que ha mostrado su utilidad para con los ciudadanos. Sin embargo, creo que el ambiente actual que vive México no ha ayudado a que el órgano garante se observe como un aliado de los mexicanos y no como un obstáculo para el gobierno. Es lamentable las expresiones que se han dado por parte de ciudadanos que desconocen el origen y propósito así como los logros del INAI. Sería lamentabilísimo perder a un aliado de los periodistas pero en especial, de los ciudadanos.