DESCARGA
LA REVISTA AQUÍ

EL ÁRBOL DEL PARAÍSO

LA TRANSPARENCIA COMO MECANISMO DE COMBATE A LOS DELITOS: EL CASO DE LA EXTORSIÓN, DELITO INVISIBLE

Dr. Francisco Rivas Rodríguez
Director General del Observatorio Nacional Ciudadano A.C., organización que fomenta el entendimiento de las condiciones de seguridad, justicia y legalidad en México.

La transparencia como mecanismo de combate a los delitos

En México la recopilación, sistematización y publicación de datos es muy reciente. La expedición de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, apenas cumplió 20 años el pasado 11 junio de 2022.

Desde entonces en nuestro país se han creado una serie de mecanismos y procesos para garantizar su gratuidad, así como su fácil y expedito acceso. En materia de seguridad, la crisis de violencia que se disparó en 2008 facilitó la construcción de instituciones y los elementos para evaluar posibles hierros y aciertos

Con la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, publicada en 2009 se dio vida -entre otros mecanismos de transparencia, rendición de cuentas e instituciones- al Centro Nacional de Información, perteneciente al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (sesnsp) que, entre sus funciones, incluye la publicación periódica del número de averiguaciones previas y carpetas de investigación que cada procuraduría y fiscalía inició en el mes anterior. De tal suerte que dicha base estadística se ha convertido en el principal mecanismo para conocer y evaluar aumentos y disminuciones en materia de incidencia delictiva; para formular políticas públicas en materia de seguridad y justicia, para definir las prioridades presupuestarias y apoyos federales que se otorgan a estados y municipios.

Pese a dicho esfuerzo, los datos publicados por el sesnsp son aún muy generales y no permiten conocer con detalle la caracterización del delito, ciertos medios comisivos, horarios y geolocalización de la ocurrencia de los mismos o incluso, subtipos de delitos, que sólo se pueden conocer a partir de solicitudes de transparencia que se presenten directamente a cada fiscalía estatal.

El caso más evidente de un delito que sería imposible conocer si no existiesen los mecanismos institucionales que permiten solicitar mayor información a las autoridades es la extorsión.

La extorsión es un delito que poco se denuncia, poco se investiga, que se consuma o queda en grado de tentativa de formas muy diversas y del que poco se sabe sobre quién lo comete y cuánto se logra sancionar. Ello se debe a cómo se ejecuta este ilícito y sus efectos en las personas, empresas y comunidades; en las capacidades institucionales para registrarlo y combatirlo; en la voluntad política de las autoridades por reconocer el tamaño de un problema y rendirle cuentas a la sociedad.

La extorsión y su cifra negra

Uno de los factores que dificulta dimensionar la incidencia y prevalencia de este delito en nuestro país es el alto porcentaje de cifra negra, es decir, las extorsiones no denunciadas y aquellas por las cuales no se inició averiguación previa o carpeta de investigación.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, envipe (inegi, 2021), de los delitos que abarca la encuesta, la extorsión es el segundo delito menos denunciado con una cifra negra de 97.9% para el 2020 -sólo por detrás del secuestro-, dicho en otras palabras, de cada cien casos, aproximadamente sólo de dos se llegan a abrir carpetas de investigación, que posteriormente serán registradas en la base de datos del sesnsp.

En relación con las causas por las cuales no se denuncia este delito encontramos algunas que se vinculan con rasgos cualitativos de la propia extorsión y otras que más bien se refieren a la respuesta de las autoridades ante su denuncia. Por ejemplo, lo que refiere a las llamadas o correos de amenaza o engaño, si bien los ciudadanos nos reconocemos víctimas de extorsión por el simple hecho de haber recibido tal contacto, la autoridad suele registrar sólo los casos donde se consuma el delito, es decir donde la víctima cae en el engaño y paga.

Del lado del ciudadano la envipe (negi, 2021) indica que las razones de la no denuncia de los delitos, en un 61.7% son por causas atribuibles a la autoridad -pérdida de tiempo, por considerar los trámites muy largos e incluso por miedo a que los extorsionaran- y el 38.6% por otras causas como lo son: miedo al agresor, que consideran que es un delito de poca importancia o que no tenían pruebas.

En resumen, como aquello que denominamos comúnmente extorsión incluye varias formas delictivas y la cifra negra es enorme, podemos afirmar que los datos oficiales no representan ni el número ni el tipo de casos que ocurren día a día en nuestro país.

El combate a la extorsión

Rara vez escuchamos de detenciones o desarticulaciones de redes dedicadas a la extorsión. Ni siquiera en los casos que serían más fáciles y obvios, aquellos que se efectúan desde los penales del país.

Este año, el Observatorio Nacional Ciudadano (onc) ha elaborado más de 900 solicitudes de transparencia dirigidas a las fuerzas federales, a las fiscalías y policías estatales, a autoridades municipales, a los sistemas penitenciarios federales y locales, a los tribunales superiores de justicia de cada entidad, con el objetivo de conocer acciones, programas, operativos específicos, detenciones, desarticulación de grupos delictivos, carpetas de investigación judicializadas, estimar tasas de justicia y conocer la población penitenciaria recluida por este delito. Dichos hallazgos serán publicados en noviembre de 2022 en un estudio que actualice la situación actual de ocurrencia de este delito y su relativo combate. Estudio donde los mecanismos de transparencia coadyuvan a la revisión bibliográfica y hemerográfica y al trabajo de campo.

Finalmente, y como adelanto del estudio antes mencionado, cabe destacar que la experiencia tanto nacional como internacional nos muestra que acotar o incluso eliminar delitos es posible. Tanto en Palermo, como en Sudáfrica, Grecia y Colombia existen casos puntuales de éxito en el combate a la extorsión. Dichos ejemplos podrían guiarnos y, una vez adecuados a nuestra realidad nacional, podrían permitir la disminución de este delito.

Mietras tanto a los ciudadanos nos toca prevenir y construir redes entre sirvan para protegernos entre nosotros, en pleno respeto de la ley y de los derechos individuales y colectivos. Y al mismo tiempo, debemos impulsar y fortalecer los mecanismos de transparencia que permiten evaluar y llevar a rendir cuentas a todas las instituciones del país.

BIBLIOGRAFÍA:
  1. INEGI (2021) «Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021». Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/programas/envipe/2021/