La (Posible) Revolución de la Inteligencia Artificial en la Administración Pública: Transformando el Contacto con la Ciudadanía
Mariano Tello Nocetti
Parto de la siguiente pregunta: ¿Recuerdas la primera vez que escuchaste hablar sobre la Inteligencia Artificial (IA)? ¿Dónde estabas? ¿En el cine viendo una película de Ciencia Ficción? ¿En tu casa leyendo un libro sobre el futuro? ¿O en alguna presentación de tecnología, de alguna gran empresa? ¿De ese día a hoy, cuánto tiempo pasó?
Miramos hacia atrás pensando que algo tan complejo y avanzado tardaría décadas en llegar, pero hoy en día la IA te acompaña desde tu mismo smartphone y se ha convertido en una herramienta indispensable en diversos sectores. Desde la automatización contable hasta los primeros ejercicios en el sector salud, la IA avanza a pasos agigantados automatizando y mejorando muchas de las tareas diarias. Y si bien desde hoy podemos empezar a imaginar un nuevo futuro con su adopción, la pregunta ahora sería ¿Qué sucederá en el ámbito gubernamental? ¿Cómo afectaría a la Administración Pública? Veamos.
1.- Eficiencia y Agilidad en los Servicios Públicos
Uno de los principales beneficios que vislumbro de la IA en la administración pública es la mejora de la eficiencia en la prestación de servicios. Los sistemas basados en IA pueden automatizar tareas repetitivas y administrativas, lo que permite a los empleados públicos centrarse en actividades más complejas y estratégicas. Por ejemplo, los chatbots y asistentes virtuales pueden gestionar consultas básicas y recurrentes de los ciudadanos las 24 horas del día, reduciendo los tiempos de espera y agilizando la resolución de problemas. Además, la IA puede optimizar la gestión de recursos, asignando personal y recursos de manera más eficiente según la demanda y las necesidades específicas de cada servicio.
2.- Personalización y Accesibilidad
El segundo es que la IA permite una personalización sin precedentes en los servicios públicos. A través del análisis de datos, los sistemas de IA pueden ofrecer respuestas y soluciones adaptadas a las necesidades específicas de cada ciudadano. Esta capacidad de personalización no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también facilita el acceso a información relevante y oportuna, promoviendo la inclusión y reduciendo las barreras de acceso a los servicios gubernamentales. La IA también puede ser una herramienta poderosa para la accesibilidad, permitiendo la creación de interfaces amigables para personas con discapacidades, como el uso de asistentes de voz para personas con problemas de visión.
3.- Transparencia y Confianza
El tercero tiene que ver con la transparencia es un componente crucial para fomentar la confianza en las instituciones públicas. Los algoritmos de IA pueden analizar grandes volúmenes de datos y detectar patrones de comportamiento, lo que ayuda a identificar y prevenir irregularidades. Además, la implementación de sistemas de IA en la administración pública puede promover la rendición de cuentas, al permitir un seguimiento y monitoreo más detallado de las actividades y decisiones gubernamentales. Esto, a su vez, refuerza la credibilidad y la confianza de los ciudadanos en sus instituciones. La IA también puede facilitar auditorías internas y externas más eficientes y efectivas, asegurando que los recursos públicos se utilicen de manera correcta y transparente.
4.- Participación Ciudadana
El cuarto habla sobre facilitar una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones públicas. Las plataformas digitales basadas en IA pueden analizar las opiniones y sugerencias de los ciudadanos, recogidas a través de encuestas, redes sociales y otros canales digitales, y proporcionar a los responsables de políticas públicas información valiosa y representativa. Esta retroalimentación activa permite diseñar políticas y servicios más alineados con las necesidades y expectativas de la sociedad. Además, la IA puede fomentar la participación inclusiva, asegurando que las voces de todos los sectores de la población, incluidas las minorías y comunidades vulnerables, sean escuchadas y consideradas en el proceso de toma de decisiones.
5.- Innovación y Desarrollo
Finalmente, la adopción de la IA en la administración pública impulsa la innovación y el desarrollo. La integración de tecnologías avanzadas fomenta una cultura de modernización continua dentro de las instituciones públicas, promoviendo la adopción de nuevas herramientas y prácticas que pueden mejorar la eficacia y la calidad de los servicios públicos. Además, el uso de IA puede generar ahorros significativos al optimizar recursos y procesos, lo que permite destinar más fondos a áreas críticas como la educación, la salud y la seguridad. La IA también puede desempeñar un papel crucial en la respuesta a crisis y emergencias, permitiendo una gestión más rápida y efectiva de desastres naturales, pandemias y otras situaciones de emergencia.
Desafíos y Consideraciones Éticas
Aunque los beneficios de la IA en la administración pública son numerosos, también es importante considerar los desafíos y las implicaciones éticas asociadas con su implementación. La privacidad y la protección de datos son preocupaciones clave, ya que la IA a menudo requiere el procesamiento de grandes volúmenes de información personal. Es esencial establecer marcos legales y regulatorios robustos para garantizar que los datos de los ciudadanos se manejen de manera segura y ética. Además, la transparencia en el funcionamiento de los algoritmos de IA es crucial para evitar sesgos y asegurar que las decisiones automatizadas sean justas y equitativas. La capacitación y sensibilización del personal en el uso ético de la IA también son fundamentales para maximizar sus beneficios y minimizar los riesgos.
Conclusión
La inteligencia artificial representa una oportunidad sin precedentes para transformar la administración pública y el contacto con la ciudadanía. Su capacidad para mejorar la eficiencia, personalización, transparencia, participación y desarrollo puede redefinir la relación entre el gobierno y los ciudadanos, haciendo los servicios públicos más accesibles, efectivos y confiables. La implementación responsable y ética de la IA en el sector público es esencial para maximizar estos beneficios y asegurar un futuro donde la tecnología esté al servicio de la sociedad. Será de ahora en adelante tarea de los administradores públicos el adaptar, adoptar y afinar estas nuevas herramientas, que sin duda podrán crear una nueva revolución en el sector público, con el único fin de poder servir mejor a las personas usuarias.